sábado, 2 de agosto de 2008

y al fin... de que se trata?

¿Conoces el lunar perfecto entre mi pecho y tu pared?
Sugiero verlo en el momento que debo admitir que tenes razón, que debo pedir ayuda, que debo guardar mi orgullo, pero eligo reirme y moverme.
¿Sabes la tonalidad que toma mi piel a la luz de la ventana?
Me fastidia y me divierte pelear por ver quien permenece en el respaldo de la cama.
Yo no sé si esto es correcto, yo no creo que esto termina haciendome bien.
Todos saben que me haces mal, muy mal, tan mal que suelo despellejarte.
Pecar es mi placer y no se si es mejor tu piel, si son mejores tus besos o el hecho de equivocarme una y otra vez, de no obedecer a las reglas que me impone esta sociedad, a violar aquellas formas que establecen como debemos relacionarlos.